El cardenal

Constance
¡Aelfric! Dichosos los ojos. ¡Cuánto me alegra que hayas acudido en nuestro auxilio!

Aelfric
Me alivia comprobar que no he llegado tarde. Espero haber sido de ayuda.

Balthus
Ni lo dudes. Nos has venido de perlas.

Aelfric
Profesor/Profesora, creo que esta es la primera vez que coincidimos. ¿Me equivoco?

Aelfric
Su santidad la Arzobispa me ha hablado mucho sobre ti.

Aelfric
Permite que me presente. Soy Aelfric. La Iglesia me ha encomendado la custodia del Abismo.

Aelfric
Seguro que ya les han informado de las peculiaridades del Abismo.

Aelfric
Por diversos motivos, a cada uno de los habitantes del subsuelo les resulta imposible llevar una vida tranquila en la superficie.

Aelfric
Gente como los súbditos de Dagda y Almyra, quienes se ven injustamente perseguidos en Fódlan.

Aelfric
Menesterosos y enfermos que se ven obligados a vivir en el Abismo... junto a otros olvidados por el mundo.

Aelfric
Creo que es mi deber sagrado proporcionarles un cobijo a quienes no tienen adónde ir.

Claude
Claro, meter a los pobres y desvalidos en un agujero donde no da el sol ayuda mucho...

Dimitri
Por favor, Claude. Aelfric, te ruego que disculpes a mi amigo. Nos interesa mucho lo que dices.

Aelfric
A decir verdad, entiendo su crítica. Yo también desearía poder darles un futuro mejor.

Aelfric
Sin embargo, parece que su santidad y el grueso del clero consideran que la existencia del Abismo es... incómoda.

Hapi
Típico del clero. No se cansan de pontificar sobre ayudar a los necesitados... pero solo cuando les conviene.

Balthus
¿Y vamos a quedarnos de brazos cruzados ante los abusos del sistema? ¡Hay que luchar!

Balthus
Es cierto que yo solo he venido para huir de los muchos cazarrecompensas que me persiguen, pero aquí hay cantidad de gente necesitada.

Balthus
Y lo tuyo es peor, Hapi. No podemos permitir que la Iglesia nos pisotee.

Constance
¡Cierto! ¡Por todos los que habitan en el Abismo, debemos ayudar a Aelfric a cambiar las cosas!

Aelfric
Tantas muestras de gratitud me abruman. Me contento con saber que están de mi lado.

Aelfric
En cuanto a ti, profesor/profesora, he de pedirte un favor.

Aelfric
No se puede decir que los Lobos Plateados sean realmente una clase. Son alumnos aplicados, pero no tienen a nadie que los guíe...

Aelfric
Si fueses tan amable, te agradecería inmensamente que los acogieses bajo tu tutela.

Aelfric
Tus obligaciones oficiales tendrían prioridad, por supuesto; bastaría con que les ayudases cuando dispusieras de algo de tiempo.

Yuri
Un momento, Aelfric. ¿A qué viene esta propuesta tan absurda?

Constance
¡Secundo la interpelación! No necesitamos a nadie. Ya te tenemos a ti.

Aelfric
Solo soy su custodio, queridos. Les ofrezco protección, pero no puedo educarlos.

Aelfric
Aunque los considero como una casa de la Academia, siempre he lamentado que no sea así realmente.

Aelfric
Ahora, la providencia nos brinda la oportunidad de arreglar esa carencia. Este profesor/Esta profesora se ha hecho merecedor/merecedora de un gran respeto en la superficie.

Aelfric
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que es un/una docente muy preparado/preparada. Es más, resulta que conozco a su padre.

Aelfric
Nací y me crie en Garreg Mach, así que pasé bastante tiempo con él.

Aelfric
Tu madre también fue una amiga muy querida... Incluso asistí a su boda.

Aelfric
Con padres así, no me cabe duda de que cuentas con la amabilidad y la paciencia requeridas para guiar a estos estudiantes.

Constance
¡Pero...!

Yuri
Bueno, no me parece tan mal. A fin de cuentas, ya no somos unos desconocidos.

Yuri
Por cierto... Aelfric, ¿no tienes que ocuparte de esos bandidos?

Aelfric
Caray, es cierto. Debo irme.

Aelfric
Ah, una última cosa, profesor/profesora...

Aelfric
Si deseas saber más cosas acerca de tus padres, para mí sería un placer relatarte lo que recuerdo de ellos.