(...) a raíz de las investigaciones que llevé a cabo como sacerdote de (...)
(...) al retirar la piedra emblema mientras un (...) blande la reliquia,
el casi imperceptible pálpito de dicha reliquia cesa. Al devolverla a su
sitio, de nuevo (...) Es obvio que cierta energía pasa de la piedra emblema
a la reliquia, y que el motor de dicho traspaso es el poder del emblema
que portan algunos humanos (...)

(...) por su composición se puede inferir (...) proviene de un gran animal,
acaso de un dragón volador (...) Sin embargo, parece más resistente
que el hueso de dragón. Solo lo supera en dureza el acero de crisol,
por lo que resulta un material muy apropiado para forjar armas (...)
(...) No hay registros de que tales criaturas existieran (...) Resulta difícil
de creer, pero existe una posibilidad (...) Quizá proceda de la Diosa (...)

(...) se han hallado reliquias que no pertenecían a los Diez Elegidos (...)
¿Habría otros agraciados con dádivas divinas? (...) Todo esto lleva a (...)
que quizá las reliquias de los héroes no fueran regalos de la Diosa (...)
Además (...) las mismas piedras emblema (...) arruina muchas hipótesis
(...) ¿Qué verdad se oculta tras todo esto?

He de abandonar mis (...) Si siguiese investigando,
la ira de la Diosa caería sobre mí.

(El documento es muy viejo y algunas partes resultan ilegibles.)