El Valle del Tormento

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Algún día asaltaremos la capital imperial.

Se me hace extraño pensar que invadiré la ciudad que un día fue mi hogar.

Pero aún no ha llegado el momento.

Por ahora me centraré en preparar el viaje a Ailell.

No logro acostumbrarme a tanto derramamiento de sangre. Cada vez que la veo, me siento desfallecer.

Imagino que ya te lo había dicho. No sé cómo puedes aguantarlo.

Ojalá termine pronto esta guerra. No me gusta andar siempre mareado por culpa de los que se desangran.

Aunque el esfuerzo que puede suponer acabarla se me antoja una auténtica tortura...

No logro acostumbrarme a tanto derramamiento de sangre. Cada vez que la veo, me siento desfallecer.

No te lo había dicho, ¿verdad? En fin...

Ojalá termine pronto esta guerra. No me gusta andar siempre mareado por culpa de los que se desangran.

Aunque el esfuerzo que puede suponer acabarla se me antoja una auténtica tortura...

Aunque nuestro parentesco no fuese de sangre, Randolph seguía siendo mi tío...

Verlo terminar de esa manera ha sido... Bueno, no importa.

Seguramente nunca confió en mí por haber nacido en el Imperio.

¿Ailell, el Valle del Tormento? Vaya nombre más raro, ¿no?

Suena terrorífico. ¿De verdad tengo que ir contigo?

Esto... mmm... ¡se me ocurre una idea! ¿Por qué no dejas que la ermitaña se quede en casa y proteja el fuerte?

Menudo lío tenemos. La gente del Reino tampoco parece saber qué hacer.

¿De verdad podemos luchar cuando nos asaltan las dudas de esta manera?

Desde que llego aquí, yo aprendo muchas palabras nuevas.

Pero lengua fodlanesa aún cuesta mucho hablar a mí.

Entiendo idioma, leo y escribo casi perfecto. Pero entender y hablar es... ¿arena de otro costal?

Pff. Estoy preparándome para ver otra vez a mi padre. No lo soporto.

¿Deberíamos dirigirnos a la capital del Reino o a la del Imperio? No sé qué nos conviene más...

¿Contamos con alguna posibilidad de victoria si nos enfrentamos al Imperio?

La Casa Fraldarius está siendo asediada, de modo que seguramente no les sobren los soldados.

Por otra parte, si consiguiéramos tomar la capital del Imperio, la guerra se acabaría.

Mmm... Pensar en estas cosas tan complicadas no se me da bien.

El Valle del Tormento de Ailell. Vaya, hombre, no tengo ningunas ganas de ir.

¡Hace un calor del infierno! Para la gente como yo que ha vivido siempre en climas fríos... Buf, va a ser duro.

Aunque imagino que esas temperaturas mantendrán alejados a los enemigos...

No sé qué pensarán los demás, pero a mí lo de poner rumbo al Imperio me parece buena idea.

Nos costará mucho menos dar con lady Rhea si somos capaces de eliminarlos.

Aunque el problema es Dimitri. Parece obsesionado con la capital imperial, pero...

me da la impresión de que ni él mismo sabe lo que quiere.

Si reconquistamos el Reino, podremos recuperar nuestras tropas. Con algo de suerte, también comida y provisiones.

Y lo más importante: hay gente allí que espera nuestra ayuda.

Incluso su alteza lo entendería, estoy segura. Aunque parece que solo le interesa luchar contra el Imperio...

¿Crees... que Dimitri no piensa en otra cosa que en enfrentarse a Edelgard?

Es imperativo que unamos fuerzas con aquellos que aún se resisten al Imperio. En especial, con la Casa Fraldarius.

Así, recuperar la capital del Reino resultaría un mero trámite. Debemos centrarnos en ese objetivo, y no en asaltar la capital imperial.

Yo creo que es el plan más adecuado, ahora mismo.

Pero entiendo la rabia y el odio que siente su majestad, y por eso me cuesta oponerme a sus deseos.

Qué hambre... Como no me meta algo entre pecho y espalda, no voy a poder entrenar.

Antes podía comer como una lima, pero ya ni siquiera llego al segundo plato.

¿No estaban al caer los refuerzos? Ojalá traigan manduca...

Aún quiero que mi hermanita se mude a la ciudad, pero ¿qué sentido tiene si no hay nada que llevarse a la boca?

El Valle del Tormento... Había oído hablar de él, pero nunca pensé que llegaría a visitarlo.

¡Estoy entusiasmado con la idea! Me pregunto cómo será el paisaje...

Ailell, el Valle del Tormento, está en la frontera de los territorios de tres casas nobles.

Las familias Fraldarius y Galatea, del Reino, y la familia Daphnel, de la Alianza.

Aunque da la casualidad de que la familia Galatea es una rama de la familia Daphnel.

Valle del Tormento... Valle del Tormento...

Tengo la sensación de que se me olvida algo terrible.

Tengo entendido que nos dirigimos al Valle del Tormento, y no me entusiasma para nada.

Con el calor insoportable que hace allí... Me agobio con solo pensarlo.

¡Jolín! ¿A quién se le ocurriría llamarlo «Valle del Tormento»? Podrían haberle puesto un nombre más seductor. «Valle del Verano Eterno» o algo así...

Ya no te dedicas a la docencia, ni nosotros somos tus alumnos, pero todos te siguen considerando su maestro/maestra.

¿O prefieres que te llamen de otra manera?

Reunirnos con los refuerzos en el Valle del Tormento parece una decisión astuta.

Es poco probable que nos molesten en un lugar sometido a temperaturas tan tórridas.

Por desgracia, a nosotros también nos resultará difícil adaptarnos a semejantes condiciones. Asegúrate de que todos estén preparados.

Ha pasado solo un lustro, mas han cambiado tantas cosas...

La mitad del Reino ha caído en manos del Imperio, y la Alianza se ha sumido en un caos violento...

Solo permanece inalterable el cielo...

La restauración del monasterio avanza con paso firme. Son excelentes noticias.

Cuando volvimos, no estaba seguro de que las ruinas de este lugar tuvieran arreglo.

Pero, si conseguimos reconstruir la catedral, todo volverá a quedar como en los viejos tiempos.

¿Gilbert servía a la familia real de Faerghus?

¿Qué hacía un caballero de su posición en Garreg Mach, me pregunto yo?

Quién sabe... Cuando he intentado preguntarle al respecto siempre ha eludido darme una respuesta directa.

Durante estos últimos cinco años, lord Rodrigue se ha preocupado de su alteza más que nadie.

Aunque me pregunto qué diría si viese en lo que se ha convertido lord Dimitri...

En el Reino no parece haber un objetivo común que una a sus gentes. Cada uno tiene sus prioridades.

La situación es difícil, pero es precisamente en momentos así cuando se presentan oportunidades para destacar, ¿eh, profesor/sora?

Tú estás al mando. ¡Que sepan lo que vale un peine! Yo haré lo que pueda por ayudarte.

La mejor estrategia probablemente sea dirigirnos a la capital del Reino.

Aunque probablemente lady Rhea esté en el Imperio, así que no seré yo quien se oponga si vamos directos a por Edelgard.

En la guerra no hay respuestas correctas o incorrectas.

¿Qué crees que deberíamos hacer? Espero que la Diosa nos guíe con su sabiduría.

Estamos rodeados de espías. Mantente alerta.

Captura a cualquiera que te parezca sospechoso.

Tengo que limpiar las aulas, regar las flores, ordenar la biblioteca, hacer la colada...

Seguro que tú también tienes muchas cosas que hacer, ¿no?

¡Saludos, profesor/sora! ¡Sin novedad en el puesto!

¿Nos estamos preparando para una gran batalla? ¿Que no exactamente? Ajá, conque vamos a recibir nuevos refuerzos...

Bueno, yo seguiré encargándome de vigilar este lugar. ¡Con mi vista de lince, detectaré cualquier comportamiento sospechoso!

Las cosas que no llegan aquí muchas veces pueden obtenerse bajo tierra, por increíble que parezca.

¿No conoces el subsuelo de Garreg Mach? Te aseguro que es un paraíso para quienes no pueden vivir en la superficie...

Esa gentuza del Abismo no hace más que causarnos problemas.

Son una plaga que asuela las entrañas de Garreg Mach... Deberíamos hacer una purga.

Al norte de Garreg Mach se hallan las tierras de los Charon y los Galatea, que eran leales al Reino.

Pese al acoso de las fuerzas imperiales, ambas familias siguen proclamándose neutrales.

Como solo se dedican a defender sus lindes, imagino que el Imperio carece de motivos reales para emplear la fuerza bruta contra ellas.

Por lo visto, Arianrhod, uno de los bastiones principales del Reino, ha caído en manos del Imperio.

Dicen que el conde de Rowe no ofreció ninguna resistencia. De hecho, aseguran que le faltó tiempo para cambiar de bando.

¿Después de todo lo que la familia real ha hecho por él, así es como se lo paga? Es despreciable...

Algunos camaradas creen que los refuerzos vienen cargados de provisiones...

pero más vale no hacerse ilusiones al respecto.

Al fin y al cabo, si recibimos refuerzos, también tendrán que alimentarse.

Durante el último lustro he llevado una vida discreta para evitar que me descubriera el Imperio.

No puedo expresar con palabras la emoción que siento de poder regresar por fin al monasterio.

Espero que los demás hermanos y hermanas que se vieron obligados a huir regresen algún día.

Así que el Valle del Tormento, ¿eh? Entiendo lo que te propones, pero no bajes la guardia.

Si detectan algún movimiento en la frontera, los nobles del Reino no tardarán en reaccionar. No los subestimes.

Concéntrate en lograr un resultado positivo. Hay mucho en juego.

Me pregunto cuántos soldados nos prestará ese tal Rodrigue...

No es que importe mucho, la verdad. Enfrentarse a todo el Imperio... Hasta a mí me parece una apuesta arriesgada.

Por una vez, creo que no vale la pena apostar. Aunque ganase, ¿a quién iba a cobrarle el premio tras la guerra?

Así que quieren ir a Ailell. Si te digo la verdad, no termino de verlo claro.

Si solo se proponen buscar refuerzos... me pregunto si mi presencia es necesaria.

Aunque te agradecería que avanzásemos solo bajo el cobijo de la noche.

El Valle del Tormento... ¿No es ese sitio donde hace un calor sofocante todo el año?

Siempre quise ver mundo. Por eso abandoné mi pueblo.

Y aquí me tienes, viajando a todo tipo de lugares interesantes... para matar gente. No es precisamente como lo imaginé.

Quizá saque algo de tiempo para admirar el paisaje, aunque igual se enoja alguien por no tomarme esta estúpida guerra en serio...

Oh, ha faltado poco. Casi he suspirado.

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

Los ánimos están bastante alterados en todas partes. No conozco a un solo compañero de gremio que no haya visto amenazado su modo de vida...

Solo espero que las cosas vuelvan a su cauce lo antes posible. La gente necesita algo más que mis increíbles ofertas para volver a sonreír.

¿Cómo dices? ¿Quieres que te hable del Abismo?...

Se trata de unos vestigios subterráneos que yacen bajo Garreg Mach. Eso es el Abismo.

Hay gente que ha encontrado ahí su hogar. Cada cual tendrá sus motivos y su historia...

Pero solo los mercaderes más osados se atreverían a aventurarse en un lugar así. Si te sirve mi consejo, sugiero que también lo evites tú.

Escucha. Hay novedades en el puesto...

Por aquí no paran de ocurrir cosas. Si quieres estar informado/informada de todas las novedades, ven a verme.

Los bandidos de Garreg Mach bajaban al Abismo con frecuencia.

Pero jamás hicimos tratos con ellos; siempre rechazamos sus propuestas. A veces, incluso tuvimos que recurrir a la violencia.

Hapi fue quien los expulsó para siempre. Lo único malo es que después había bestias por todos lados...

Los bandidos de Garreg Mach bajaban al Abismo con frecuencia.

Pero jamás hicimos tratos con ellos; siempre rechazamos sus propuestas. A veces, incluso tuvimos que recurrir a la violencia.

Cuando el monasterio quedó en ruinas, perdimos toda esperanza de recibir apoyo de la Iglesia.

En aquel momento, todo el que pudo se largó del Abismo y se mudó a la superficie.

Desde entonces, hemos sobrevivido a duras penas...

Conque tú eres el hijo/la hija de Jeralt... Te pareces mucho a tu madre.

Por ciertos motivos, he tenido que ausentarme del monasterio durante un tiempo.

¿Puedo pedirte un favor?

¿Te importaría poner unas flores en la tumba de tu madre?

Estoy seguro de que le encantaría que fueses tú quien se las llevases.

Muchas gracias. Esas eran justamente sus flores favoritas.

Ya puedo dormir en paz.

Ahora debo irme. Prométeme que te cuidarás.

Pórtate bien con Jeralt. Es lo que ella desearía.