No tendrás algún arma estropeada por ahí, ¿verdad? Porque, si es así, yo la acepto de buen grado, por muy deteriorada que esté.
Lleva un arma estropeada a la forja.
  1. Entrega un arma rota.
  2. Ve a informar a quien te hizo la petición.
Muchas gracias. Ya sabes: si se te rompen más armas, no dudes en traérmelas. Les daré un buen uso. ¿Que para qué las quiero exactamente? Eso no es asunto tuyo.