Como el perro y el gato: tras la batalla

Manuela
¿Cómo han podido confundir a ese tipo con el Caballero Sanguinario? No era más que un forajido de medio pelo.

Hanneman
¡Manuela! ¡Eres una insensata!

Manuela
Mira, Hanneman, ya he tenido bastante por hoy.

Hanneman
¡¿Cómo puedes ser tan estúpida?!

Hanneman
Si hubiera sido el verdadero Caballero Sanguinario, podría haber añadido más heridas a tu colección. ¡Y quizá alguna de ellas mortal!...

Hanneman
¿Sabes lo preocupados que nos tenías? ¡Debería darte vergüenza!

Manuela
Oh, no...

Manuela
Tienes razón... Hala, ya lo he dicho. Es la verdad, pero... uf.

Manuela
En fin, lo siento. Ya me disculparé más tarde con todo el mundo.

Hanneman
Yo... Yo también debería disculparme por haber perdido la compostura.

Hanneman
Verte actuar de un modo tan irracional me pone de los nervios. Me importas muchísimo y quiero que estés a salvo.

Hanneman
¿Me crees?

Manuela
Sí, Hanneman. Yo siento lo mismo.

Manuela
Permití que la ira se apoderase de mí.

Manuela
Ya somos mayorcitos para andar todo el día a la gresca.

Manuela
Se ve que estás deseando darle carpetazo al asunto, profesor/profesora. ¿Tan harto/a estás de nosotros?

Hanneman
Eres parte de este grupo. Al fin y al cabo, no hay más docentes en la Academia. ¡Debemos llevarnos bien!

Manuela
Bonitas palabras, Hanneman. ¿Te gustaría beber algo para sellar la reconciliación?

Hanneman
Maravillosa idea. Creo que una buena taza de té me vendría que ni pintada.

Byleth
(...)