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Aelfric
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Para mí, que nací y me crie en el monasterio, ella lo era todo...
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Tengo tantos recuerdos de ella... Aprendimos y crecimos juntos, caminábamos de la mano... Me tenía embelesado.
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Si lo que ella desea de verdad es descansar para siempre, no me opondré. La dejaré ir.
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Si realmente es eso lo que la hace feliz...
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Él sabía hacerla sonreír. Con eso me bastaba a mí.
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Y para Sitri, que vivía recluida en el monasterio, él lo era todo.
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Recuerdo cómo brillaban sus ojos cuando hablaban. Y su preciosa sonrisa cuando se prometieron.
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Su cara cuando me contó lo feliz que era, que esperaban un bebé...
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Yo me daba por contento con contemplar su felicidad desde la distancia.
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Entregó su alma hace 21 largos años. Nunca lo olvidaré.
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Murió antes de poder ver la cara del/de la hijo/hija a quien había llevado en su seno con tanto amor...
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Tuvo un funeral muy solemne. Fue enterrada en el cementerio y nos despedimos de ella para siempre.
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Y ahí acabó su historia.
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O eso creía. Hace diez años, la encontré... Sus restos estaban ocultos en lo más recóndito del Abismo. Estaba tan bella como siempre.