Linhardt & Hanneman C / houses.fedatamine.com

Linhardt enters the scene

Hanneman enters the scene

Ah, Linhardt. Como de costumbre, te encuentro enfrascado en plena lectura. ¿Puedo preguntar si tiene algo que ver con los emblemas?

Hola, profesor. De hecho, es un libro de pesca.

No sabía que te interesara esa disciplina. Qué sorpresa.

Tenía entendido que el estudio de los emblemas era lo único que te interesaba.

Y de hecho venía a tratar contigo la posibilidad de formarte para que te convirtieras en mi sucesor. No conozco a nadie más indicado.

Lamento mucho decepcionarte.

A decir verdad, estoy barajando la idea de abandonar mis investigaciones sobre los emblemas.

¿Cómo? ¿Y qué planeas hacer? ¡No me digas que quieres dedicarte a la pesca!

No, no tiene nada que ver con la pesca. Me apasionan los emblemas.

Pero, para estudiarlos, se requiere el permiso de sus portadores, ¿no es cierto?

Solo de pensarlo acabo exhausto.

Me temo que es un mal necesario.

¡Pero no hay nada como la satisfacción de ser el primero en lograr un avance!

Seguro que atrapar un pez es también una experiencia muy satisfactoria.

Escúchame, jovencito.

¡Capturar animales acuáticos no se puede comparar con desentrañar el misterio de un emblema! ¿Por qué? Todo radica en el objetivo... ¿Entendido?

Calma, profesor. Entiendo lo que quieres decir.

Permíteme que lo dude. Debes marcarte un objetivo en la vida.

La pesca solo sirve para una cosa: comer pescado. El objetivo de la emblemología es... Tendrás que descubrirlo por ti mismo.

¿Qué esperas descubrir una vez que todo haya sido explicado por fin? ¿Qué te motiva a seguir buscando?

Nunca lo había visto de ese modo.

Si tuviese un objetivo, quizá podría compartir tu entusiasmo.