Marianne & Hilda A

Marianne
Hilda, quisiera darte las gracias por haberme ayudado el otro día en la enfermería.

Marianne
Te he traído pasteles...

Hilda
¡Anda, gracias! Siéntate, que voy a sacar un poco más de té.

Marianne
Suena genial, gracias. También quería pedirte perdón por causarte siempre tantas molestias.

Hilda
No pasa nada, mujer. Además, los pastelitos saben mejor cuando los compartes con amigas, ¿no crees?

Hilda
Yo te ayudo, tú me traes pasteles a cambio, las dos disfrutamos de una tarde de té, ¡y todo el mundo contento!

Hilda
Me he acostumbrado tanto a esta dinámica nuestra que, si todo cambiara de repente, me desorientaría.

Marianne
Si tú estás contenta, entonces la cosa no va mal.

Hilda
Sí. Parece que no te importa escucharme hablar sin parar, así que yo estoy encantada.

Hilda
Pero tú avísame si te aburres, ¿vale?

Marianne
No, no. Contigo nunca me aburro. De hecho, se te da muy bien hablar.

Marianne
También eres hábil con el trabajo manual, y limpias y organizas mejor que nadie. Qué envidia...

Hilda
¡Para, que me sonrojo! No soy tan genial como lo pintas.

Hilda
Ambas somos totalmente distintas a lo que aparentamos, ¿no crees?

Marianne
¿Qué quieres decir?

Hilda
A primera vista pareces elegante y refinada, ¡pero en realidad eres una torpe de cuidado!

Hilda
Por eso te ayudo. Porque hay algunas cosas que no puedes hacer.

Marianne
Siento que tengas que arreglarlo todo por donde yo voy pasando...

Hilda
¡No digo que me disguste! De hecho, me has enseñado algunos trucos para persuadir a los demás.

Hilda
Puede que empiece a imitarte un poquitín. Haré de Marianne.

Hilda
Diré que lo siento en voz baja y pondré carita de mosquita muerta como tú.

Hilda
Aunque puede que a mí no me funcione. La gente creerá que me he dado un golpe en la cabeza.

Marianne
Oh bueno...

Hilda
¡Oh, te estás riendo de mí! Es grosero y adorable a la vez.

Marianne
Perdona. Es que no puedo evitar reírme cuando te imagino haciendo eso...

Hilda
Ya, ya, supongo que no es mi estilo, lo admito... Ejem. Bueno. ¡Deja de reírte!

Marianne
¡Ja, ja, ja, ja!... ¡Cof, cof!

Hilda
¡Eh! ¿Estás bien? Ten cuidado, Marianne, que el té está muy caliente.

Marianne
Ah, s-sí... ¡Ay, quema!

Hilda
¿Ves? ¡Te lo acabo de decir!

Marianne
Es verdad. ¡Ay, cómo quema!

Hilda
(Madre mía, esta Marianne... Me alegra verla reír de esa forma.)

Hilda
(Aunque se ría de mí... ¿cómo me voy a enfadar, con lo mona que está?)