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Byleth, Hanneman enter the scene
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Hanneman
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(...) Lo cual implica que algunos aspectos de tu poder no tienen explicación en el marco de las teorías vigentes.
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Esto podría llevar a descubrimientos que supondrían un cambio de paradigma en la emblemología...
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Ah... Disculpa, creo que me estoy excediendo con mi monólogo.
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Hanneman
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Seguimos otro día, ¿de acuerdo?
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Tampoco quiero abrumarte. Ya me estás brindando una gran parte del tiempo que te queda entre batalla y batalla.
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Es que hablar contigo me motiva tanto que a veces se me olvida volver a la vida cotidiana.
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Disculpa, creo que he vuelto a dejarme llevar por el entusiasmo. Sé que estás ocupado/ocupada.
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Hanneman
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Pero es que contigo me siento inspirado. ¡Cuando me sumerjo en el estudio me siento 20 años más joven!
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Hanneman
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Dicho lo cual, creo que deberíamos cambiar de tema de vez en cuando.
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Hablar de cosas más cotidianas y divertidas, ¿no te parece?
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¿Como por ejemplo?
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Hanneman
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Eh... Vaya, es que no se me da bien hablar del tiempo. A ver, podríamos charlar sobre...
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Hanneman
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¡Espera, ya lo tengo! Podríamos hablar de lo que nos gusta comer.
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Hanneman
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Pues eso: qué prefieres, ¿dulce o picante?
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Hanneman
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¿En serio? ¡Igual que yo, fíjate! Ya se me hace la boca agua.
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¡Ah! Vaya... Casi lo contrario que a mí.
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Hanneman
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En cualquier caso, me ha sorprendido tu respuesta.
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Una colega mía propuso la teoría de que la presencia de emblemas en el organismo favorece el gusto por lo dulce.
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Hanneman
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Según ella, los emblemas influyen en la sensibilidad de las papilas gustativas, lo que a su vez...
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Hanneman
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Ay, disculpa, que ya vuelvo a divagar. Además, queríamos dejar el tema de los emblemas.
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Hanneman
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Es deformación profesional, demasiados años en el laboratorio pensando en lo mismo.
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Tengo que dejar de hacer eso.
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Eres muy amable, pero no es necesario...
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Si algún día se te acaba la paciencia conmigo, mi investigación podría verse perjudicada.
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Ya me ha pasado antes, cuando estaba en el Imperio.
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Todas las chicas que llegaba a conocer me decían al principio que no les importaba hablar de emblemas.
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Hanneman
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Pero al cabo de un tiempo se hartaban y dejaban de escucharme.
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Hanneman
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Al final me enviaban una carta para decirme que sería mejor dejar de vernos.
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Hanneman
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Y como supongo que no es algo que solo canse a las mujeres, tampoco quiero que te hastíes tú.