Sylvain & Lorenz C / houses.fedatamine.com

Lorenz, Mujer enter the scene

Si quisiera asemejar tu hermosura a la belleza natural, siento que solo el tierno y dulce lirio merece el honor de tal comparación.

¡Observa las tiernas y aterciopeladas yemas de estos dedos! ¿Acaso no parecen a punto de brotar y abrirse en delicados pétalos de perfumado olor?

Mira, si tanto te gustan las flores, ¡hazte florero!

Mujer leaves the scene

Sylvain enters the scene

Ay, madre... Siento haber tenido que presenciar esto, pero ¡cuánto me alegro de haberlo hecho!

¿No te has dado cuenta? La estaba poniendo a prueba.

Si una mujer se deja embaucar por burdas adulaciones, no es digna de mi noble admiración.

Gracias por explicármelo, porque me había parecido que te estaban dando tremendo rechazo.

Y eso sería, mi ilustre señorito, porque esa no es la manera de cortejar a una chica.

¿Ah, no? Obviamente, tú eres un experto en el tema, supongo.

Presta atención, chico, y a lo mejor aprendes una cosa o dos.

Sylvain, Mujer enter the scene

Te he visto y no he podido evitar venir a saludar. Este encuentro es como cosa del destino.

Quizá podríamos ir a tomar un té o algo. Para conocernos mejor y eso.

Creo que me confundes con otra persona a la que sí le interesas. Adiós.

Mujer leaves the scene

Lorenz enters the scene

Delicioso. Subyugador. ¿Para cuándo la boda?

Qué raro... A las chicas les suele gustar ese discurso. Creo que me la has espantado.

Me congratula ver que el heredero de la noble familia Gautier hace alarde de semejante gallardía y donosura.

Pues mejor heredero que un cretino petulante como tú.

Mi tiempo es demasiado valioso para esto.

Lo mismo digo.