Hanneman & Gilbert C

Gilbert
¡Buf! ¡Ah! ¡Agh! ¡Yah!

Hanneman
(Ahí está Gilbert. ¿Practicando en su día libre? Este hombre nunca cambiará... Y descansar... tampoco es que descanse mucho.)

Hanneman
(¿De verdad es necesario ser tan diligente incluso cuando no observa nadie? Bueno, al menos estoy yo aquí para atestiguarlo.)

Gilbert
¡Buf! ¡Ah!

Gilbert
¡Ah! ¡Ugh!

Hanneman
(...)

Gilbert
Profesor Hanneman, ¿quieres algo?

Hanneman
Vaya, me has visto. No es nada, tranquilo. Solo estaba observándote.

Hanneman
Discúlpame si te he molestado.

Gilbert
No tienes de qué disculparte.

Gilbert
Aunque no comprendo por qué vienes a verme practicar.

Hanneman
Ah, bueno. Me parece muy interesante observarte.

Hanneman
Te mueves de forma muy grácil y calculas tus gestos al detalle. Si tuviera que definirlo con una palabra sería «elegante», creo yo.

Hanneman
Observarte es todo un deleite que roza lo hipnótico.

Gilbert
¿Ah, sí?

Hanneman
Lo único que te falla es, quizá, restarle rigidez al rostro. Intenta transmitir algo más de emoción.

Gilbert
El cuerpo se resiente con tanto trabajo físico. Esa rigidez de la que hablas es frecuente.

Hanneman
Por supuesto. Soy plenamente consciente de lo que todo ello implica. Pero, en tu caso, más bien parece que te estás castigando a ti mismo.

Gilbert
Lo siento, pero va con mi carácter.

Hanneman
No tienes por qué disculparte. Los pormenores de tu preparación física no son de mi incumbencia. No debería haberte criticado tan a la ligera.

Hanneman
Aun así, tengo la sensación de que te exiges demasiado. ¿No preferirías vivir sin tanta presión?

Hanneman
¿Por qué no buscas algo que realmente te haga feliz y te dedicas a ello en cuerpo y alma? Te haría mucho bien alguna distracción de ese tipo.

Gilbert
Gracias por el consejo, profesor Hanneman. Aunque me temo que nuestras vidas son muy distintas.

Gilbert
No me está permitido llevar otro estilo de vida.

Gilbert
Ahora, si me disculpas, debo seguir practicando.

Hanneman
(¿Que no le está permitido? Me temo que el único que no te lo permites eres tú mismo, Gilbert.)