Lysithea & Hanneman A

Lysithea
¿Querías algo, profesor Hanneman?

Hanneman
Ah, Lysithea. Gracias por venir. Antes de nada, quisiera disculparme.

Hanneman
Temo haberte importunado con mis insensibles palabras. No te he fallado en mi condición de investigador, sino como persona.

Lysithea
Yo soy la que debería disculparse. He sido bastante maleducada contigo.

Lysithea
Bueno, continuaré colaborando en tu investigación. Ahora tengo que irme.

Hanneman
Un momento, Lysithea. No solo te he llamado para disculparme.

Hanneman
Te dije que eras un ejemplar único para mis estudios de emblemología.

Hanneman
¿La razón? Pues porque no hay evidencias de otra persona portadora de dos emblemas.

Lysithea
Lo sé.

Hanneman
No podemos afirmar nada sobre tu constitución.

Hanneman
De este modo, es difícil concluir que no haya forma de atajar el problema de tu corta esperanza de vida.

Lysithea
¿Adónde quieres llegar?

Hanneman
Lysithea, ¿cuál es mi campo de investigación?

Lysithea
La emblemología, por supuesto.

Hanneman
En efecto. Y el objetivo de ese campo es desvelar todo misterio que los emblemas alberguen.

Hanneman
Algún día espero encontrar incluso la manera de otorgar emblemas a todo aquel que lo desee.

Lysithea
¿Y por qué querrías hacer algo así?

Hanneman
Porque desprecio un mundo en el que la presencia o ausencia de emblemas determine la valía de una persona.

Lysithea
(...)

Hanneman
Mas, si otorgar emblemas artificialmente resultase demasiado oneroso para el sujeto, no valdría la pena.

Hanneman
Así que reducir la carga para el organismo que suponen los emblemas es uno de mis objetivos académicos.

Hanneman
Descubrir la manera de otorgar emblemas también nos revelaría la forma de extirparlos, ¿cierto?

Lysithea
¿Crees que... extirpar un emblema significaría librar al portador de sus efectos?

Hanneman
Es lo que trato de decirte.

Hanneman
La cuestión de si es posible aumentar tu esperanza de vida depende enteramente del progreso de mis investigaciones.

Lysithea
¿Podrías... llegar a conseguirlo?

Hanneman
No lo podría asegurar, pero, mientras exista la menor oportunidad, seguiré buscando la manera.

Hanneman
Lysithea, déjame preguntártelo de nuevo: ¿me ayudarías en mis investigaciones?

Lysithea
Profesor Hanneman, creo que en realidad debería ser yo la que te pidiese ayuda.

Lysithea
Además, estoy harta de que los emblemas determinen lo preciado que es alguien.

Hanneman
¿Estamos de acuerdo? ¡Entonces quizá hasta pueda llegar a gustarte el mundo de la emblemología!

Hanneman
De lo que estoy seguro es de que serás una aprendiza inmejorable. Dedicarse al mundo académico no está del todo mal.

Lysithea
Si consigues que recupere mi esperanza de vida original, me lo pensaré.

Hanneman
¡Te tomo la palabra! ¡Ah, qué esplendoroso futuro nos espera!