Balthus & Hilda A

Balthus
¡Arg! ¡Yaaah!

Hilda
¿Baltie? ¿Qué haces entrenando a estas horas? Se te ve muy aplicado, lo cual no es propio de ti.

Balthus
¡Ah, Hilda! ¿Cómo va eso? ¿Has notado algo... diferente últimamente?

Hilda
No... No sé a qué te refieres.

Balthus
Oh, pues no sé. Últimamente no se te habrá acercado ningún moscón ni nada por el estilo, ¿verdad que no?

Hilda
Ahora que lo dices, hace varios días que ningún chico flirtea conmigo.

Balthus
Genial. Veo que han captado la indirecta.

Hilda
Oye, un momento. ¿Es esto alguna especie de broma o qué?

Balthus
Claro que no. Tan solo estoy intentado cumplir la promesa que le hice a Holst, eso es todo.

Hilda
No vuelvas a sacar ese tema. Aquello fue hace años. Seguro que mi hermano ya ni se acuerda.

Balthus
Te equivocas, amiga mía. Hace poco tuve la ocasión de hablar con él y me encargó otra cosa.

Hilda
¿Te pidió que te deshicieras de mis pretendientes para que siempre siga siendo su inocente hermanita?

Hilda
Tienes razón. Entonces, ¿qué es lo que te ha pedido?

Balthus
Hay varios chicos que tienen el descaro de pretender tu mano. Yo debo probar si son dignos de ti.

Hilda
No me gusta nada cómo suena eso.

Balthus
Ya que Holst no está aquí para hacerlo en persona, he anunciado que quien desee casarse contigo deberá derrotar al gran Rey de la Lucha en un combate.

Hilda
¡¿Qué?! ¡Eso equivale a deshacerse de ellos de un plumazo!

Balthus
¿Por qué? De esa forma, podemos ir descartando a aquellos que sean tan necios como para aceptar el desafío.

Hilda
Nadie es tan estúpido. Aquí no hay ninguno que se crea capaz de vencer al tremendo Rey de la Lucha o como te hagas llamar.

Balthus
Por eso, para equilibrar la balanza, permito los ataques por sorpresa. Muchos han decidido probar suerte.

Balthus
Uno incluso ha intentado estrangularme mientras dormía.

Hilda
Qué bien, un estrangulador... Seguro que será un buen maridito.

Balthus
Y por eso tengo que permanecer en forma. No puedo permitir que acabes con cualquier desgraciado.

Hilda
¡Es una locura! Si sigues poniéndote más fuerte, ¡no habrá nadie que pueda dar la talla!

Balthus
Pues sí. Podrías pasarte la vida buscando y nunca encontrarías a nadie capaz de vencer al gran Balthus.

Balthus
Los únicos que tienen una posibilidad son Holst... ¡y yo mismo!

Hilda
Para demostrar que eres digno de mí... ¿lucharías contra ti mismo?

Balthus
Siempre he sabido que soy mi peor enemigo. Un día encontraré la horma de mi zapato: yo mismo.

Hilda
Así que te vas a dar puñetazos a ti mismo. ¿Es esa tu idea de cortejo?

Balthus
Cuando llegue el gran día, Hilda, quiero que sepas que pienso cumplir mi palabra.

Hilda
Cosas peores se habrán visto, digo yo...